El Monasterio de El Escorial, construido entre 1563 y 1584, con una superficie total de 33.327m², es uno de los monumentos españoles con más leyenda alrededor. El monasterio conmemora la victoria sobre los franceses en la batalla de San Quintín, o al menos ésta es la versión oficial, porque son muchas las historias que hablan de una secreta intencionalidad del rey Felipe II. Puertas del infierno, desapariciones, alquimia, perros guardianes del infierno y mucho más. ¿Preparado?
Una de las teorías al respecto de la ubicación de la construcción, gira entorno a la posibilidad de que los encargados de elegirla: Juan Bautista de Toledo, Juan de Huete, Pedro de la Hoz y Juan de Colmenar, al inspeccionar la ladera meridional del Monte de Abantos, fueran sorprendidos por una tormenta. En estas circunstancias serían los relámpagos, los que iluminando la noche, determinaran el lugar que actualmente ocupa el monasterio.
Sin embargo, esta no es la única teoría, pues otra de las más oscuras, relata la existencia de diferentes puntos sobre la tierra en los que se localizan las llamadas “puertas o bocas del infierno”, y como ya habrás adivinado el Monasterio de El Escorial se edificó sobre uno de los accesos a las mismas. Se argumenta en la existencia de unas minas con galerías subterráneas de mucha profundidad, tanta que llegaría directamente al mismo infierno. Felipe II era un hombre de fe reconocida, fuerte creyente de la religión cristiana, hecho que constata que fuera tan atractivo el lugar para él. El modelo arquitectónico del monasterio guarda muchas similitudes con el Templo de Salomón, que se decía, estaba hecho por la mano de Dios. ¡Qué mejor forma de vencer al diablo que sellar el acceso a sus dominios con una obra arquitectónica cristiana de tal magnitud!
Los rumores además corroboran esta historia, manteniendo que durante la construcción del monasterio, un perro negro de grandes dimensiones rodeaba las obras, asustando tanto a monjes como a trabajadores. El infierno se ha descrito en numerosas ocasiones, con un perro guardián que protegía y determinaba la entrada y la salida. Testigos de la muerte del rey afirmaron que Felipe II escuchaba aullidos realmente ensordecedores el día de la misma, aunque sólo él, porque el perro había sido ejecutado con anterioridad. Ya no hace falta que os explique lo rápido que encontraron la relación, ¿verdad?
Los cuerpos de los reyes, los manifiestos alquimistas de los que Felipe II era fiel seguidor, la grandeza del monumento, el Monte de Avantos encuadrándolo y el éxito de las historias paranormales y exotéricas, han rodeado el Monasterio de El Escorial de leyenda y misterio.
Más allá de todo esto, se trata de una joya arquitectónica, Patrimonio Nacional y un lugar de visita obligada. Del Monte de Avantos ya hablaremos en otra publicación
La noche del día 31 de octubre es una excelente oportunidad para acercarte a conocerlo, ya eliges tú si de día, mediante una visita guiada, para disfrutar de su interior o de noche, recorriendo sus inmediaciones. ¡Feliz Halloween viajeros!