Lisboa es mucho más que la capital del vecino Portugal, es también la cuna de una de las músicas más melancólicas y nostálgicas con las que podemos deleitar nuestros oídos: El Fado. Hoy te proponemos un viaje en autobus a Lisboa para disfrutar de este arte declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Cantado tanto por hombres como por mujeres, tradicionalmente se canta en las Casas de vado en los barrios más típicos de la capital de Portugal como Alfama, Mouraria, Madragoa o el Barrio Alto. Es un canto donde se suele expresar la tristeza o melancolía de los momentos difíciles de los arrabales más humildes.
Existen múltiples teorías sobre sus orígenes que van desde la presencia de los árabes en Lisboa, cantos de marineros y o los inicios del Siglo XIX. Hay quien ha situado incluso múltiples paralelismos entre el Fado y el tango debido a las similitudes de ambos estilos.
Con el Fado como banda sonora para conocer Lisboa podremos descubrir Belém, el barrio donde se encuentran dos de las joyas más conocidas de la capital portuguesa: El Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Lisboa, todo ello endulzado con los famosos pastelitos de Belém y las impresionantes vistas al Puente del 25 de Abril y la monumental escultura del Cristo Rei, una copia del Cristo Redentor de Río de Janeiro.
Por el día podremos seguir visitando las espectaculares plazas que componen Lisboa: Plaza del Sossio, Plaza de Figueira con sus impresionantes vistas del Castillo de San Jorge, hasta llegar a la Plaza del Comercio a través de su calle peatonal terminada en un hermoso Arco del Triunfo.
Llegada la noche será el momento de dirigirnos a los barrios más tradicionales, sentarnos en una casa de fado, pedir una buena botella de vino de Portugal, y comenzar a disfrutar de la magia del fado.
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