Hoy vamos a hacer referencia a la ciudad eterna, a la capital de Italia, a la emblemática Roma. Puedes estar dentro de estos tres perfiles, quizá fuiste a Roma, tiraste la famosa moneda a la Fontana de Trevi y esperas volver en algún momento, quizá no conoces la ciudad y te suena lo de la moneda o quizá fuiste la tiraste, volviste, la tiraste de nuevo y esperas volver una tercera vez. Pues bien, es el momento de que todos los que tengáis algo pendiente con la mágica fuente lo cumpláis, porque nunca antes había sido tan fácil.
La famosa fuente se encuentra prácticamente escondida en la ciudad, como la mayoría de las conocidas obras de arte que alberga Roma. Marca el final del acueducto Aqua Virgo que suministraba agua a la ciudad. El término “virgo” se utiliza porque la leyenda cuenta que con la ayuda de la Virgen, los romanos encontraron dicho suministro. Pero con la llegada de los godos los acueductos de Roma se destruyeron. En el Renacimiento se volvió a construir la fuente, ya que era una moda situar una en los finales de los acueductos que, en algún momento de la historia habían nutrido a la ciudad del líquido elemento.
Urbano VIII no consideraba que la fuente estuviese a la altura de lo que representaba ni de la ciudad. El Papa, encargó a Bernini la renovación, pero a la muerte de Urbano el proyecto terminó en las manos de Salvi, que a pesar de perder en un concurso propuesto por el papa Clemente XII, se hizo con el encargo.
La “fontana” cuenta con un Neptuno de Prieto Bacci, las estatuas de la Abundancia y la Salubridad de Filippo della Valle y finalmente en 1762, Giusseppe Paninni sustituyo las alegorías por las esculturas de Agripia y Trivia.
Existen numerosas leyendas que apoyan el hecho de que un alto porcentaje de gente que visita la fuente arroje monedas a su interior con diferentes finalidades. Algunos mantienen que si arrojas una moneda a la fuente aseguras tu vuelta a la artística ciudad, dos monedas te aseguran una historia de amor y tres monedas un matrimonio o un divorcio. Para los que solamente buscan fortuna, se recomienda arrojar tres monedas por encima del hombro izquierdo a la fuente.
Toda esta suerte irá en sentido inverso de todo aquel que decida robar el dinero de la “fontana”. Y para aquellos que no crean en supersticiones, decirles que esta tradición destina alrededor de 3000€ diarios para alimentar a las personas más necesitadas de la ciudad.
Esta es una de las historias que están detrás de una fuente de las muchísimas que se inscriben en Roma. Además puedo asegurar, que cada calle tiene algo que descubrir, pero no todo te lo voy a contar aquí. Mejor te doy la oportunidad de que vayas y lo descubras por ti mismo. No te pierdas una ciudad que mantiene la historia viva, que te lleva del pasado al presente y de este al anterior a cada paso que das, que acercará a tus ojos la posibilidad de contemplar obras de relevancia internacional y que sin duda te dejará con ganas de repetir. Y ahora para eso ya sabes lo que tienes que hacer…
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