En cualquier planificación de turisteo en Lisboa, está la parada en el Puente 25 de Abril. Como si de la estampa del propio Golden Gate de San Francisco se tratara, esta espectacular construcción sobre el río Tajo, no deja a nadie indiferente. Hoy, analizamos esta joya de la arquitectura y te damos todas las claves de uno de los reclamos turísticos más importantes de la capital lusa.
Se trata de un puente de nada menos que dos kilómetros de extensión construido con 14 vanos. El central de 1.013 metros, se eleva 70 metros sobre el nivel del río. Los dos mástiles que lo encuadran, se elevan 190 metros sobre el Tajo. Nos encontramos así, ante el puente colgante más alto de Europa. El color rojo, hace que nuestra construcción destaque sobre el azul del cielo y de las aguas del río.
Historia del Puente 25 de Abril
El puente fue mandado construir por Antonio de Oliveira Salazar. Por ello, el primer nombre de la construcción fue Puente Salazar y se convirtió en un símbolo del régimen.
En 1953 el Ministerio de Obra Públicas establece una comisión con el fin de analizar los pros y contras de su construcción. Posteriormente, se convoca un concurso para dicho encargo al que se añade la premisa de que deben existir dos tableros independientes, uno para la circulación de vehículos y otro para facilitar el transporte ferroviario a través del puente. El Gabinete de Ingeniería Steinman, Boynton, Gronquist & London de Nueva York es el ganador de la atribución.
El 9 de mayo de 1962 y tras posponer el enlace ferroviario, el Gobierno adjudica la construcción a un consorcio internacional liderado por la americana United States Steel International. El 5 de noviembre de este año, comienzan finalmente las obras.
Tras la famosa revolución del 25 de abril de 1974, “la Revolución de los Claveles”, adquiere el nombre de Puente 25 de abril, conmemorando el día en que se instaura la democracia actual.
El Gabinete del Puente sobre el rio Tajo, fue el encargado de gestionar las obras del puente. En 1996 se transfiere esta gestión al consorcio de empresas portuguesas, francesas, e inglesas denominado Lusoponte, que será el que también se encargue del Puente Vasco de Gama.
Un puente “atascado”
Gracias a este puente quedan unidos el barrio de Alcántara y la ciudad de Almada, lo que impulsó las comunicaciones y la actividad turística en Lisboa. Muchos mantienen que su construcción repercutió hasta en el Algarve.
Debido precisamente a las comunicaciones que favorece y posibilita, sufría un alto nivel de congestión, por lo que se decidió construir el Puente Vasco de Gama, en pro de la modernización de Lisboa y de desviar el tráfico. Se construye así, un puente que hace competencia a nuestro protagonista, con 17 km de longitud, que lo convierten en el más largo de Europa.
Visita el Puente 25 de Abril
Desde la turística zona de Belém podrás ver el puente y desde el puente, el Cristo Rei de Almada, similar al Cristo Redentor de Rio de Janeiro, levantado para agradecer a Dios que Portugal se librara de participar en la Segunda Guerra Mundial. ¡Esto va de similitudes!
Uno de los sonidos más característicos del puente, es el de la ruedas de los vehículos contra el sistema de enrejado de su suelo. Y ese sonido no podemos describírtelo así que, tendrás que acercarte para descubrirlo. Además, por mucho que tratemos de transmitirte su espectacularidad, las palabras en ocasiones se quedan cortas.
Esperamos que este breve repaso por la historia y construcción del Puente 25 de Abril te haya “despertado el gusanillo” y sea un motivo más para visitar Lisboa. Si te animas, nuestros autobuses te llevan desde Madrid, Cáceres, Plasencia, Badajoz… hasta Lisboa desde sólo 29€ si compras tus billetes con antelación. No retrases más tu visita que ¡ahora tienes más motivos!