De nuevo, nos volvemos montar en un autobús internacional, para cruzar las fronteras a nuestro país vecino. Y es que, Portugal, esconde verdaderas joyas naturales, de las cuales dos, protagonizarán nuestra entrada de hoy. Concretamente nos vamos al Algarve portugués para descubrir en Lagos, dos perfectas maravillas de la naturaleza: la Praia de Dona Ana y el enclave turístico Ponta da Piedade.
Praia de Dona Ana en Lagos
Si por algo es reconocido el Algarve, es sin duda, por sus bellísimas playas. La Praia de Dona Ana se localiza en la zona de la Costa de Oro y es coronada por muchos, como la playa más bonita de todo el Algarve.
Nos encontramos, como es común en esta zona, con una pequeña cala a los pies de un acantilado. El acceso lo posibilitan unas escaleras de madera en las que, cada peldaño, te proporcionará unas vistas dignas de fotografiar.
Se encuentra protegida del viento, formada por una arena gruesa pero cómoda, bañada por aguas cristalinas y tranquilas. El escenario se adorna de formaciones rocosas carbonatadas, que aparecen en el agua, contribuyendo a la magia del lugar.
Además podrás contemplar numerosas grutas y restos de ellas, cuevas, barrancos…
Contarás con aparcamiento, baños y restaurantes durante tu día de playa. Y tan sólo a 25 minutos andando del centro de la ciudad.
Ponta da Piedade en Lagos
Se considera de visita obligada cuando te desplazas hasta Lagos. Se trata de un conjunto de acantilados de gran belleza, que dan lugar a paisajes inolvidables, mostrando una vez más, la majestuosidad de la naturaleza.
Las amantes de la fotografía encontrarán aquí, uno de los lugares que mayor interés despierta en la región.
Las vistas de la costa, desde las partes más altas, son preciosas y si algo podemos recomendarte, es la vista del atardecer. También puedes descender unas escaleras para contemplarlo desde la parte baja.
Precisamente bajando las escaleras, llegarás a un embarcadero en el que podrás disfrutar de un paseo en barca. El precio no es muy económico pero el paseo lo merece. La barca te acerca a un verdadero espectáculo de arcos naturales, grutas, cuevas y demás formaciones que el mar y el viento, han esculpido a su antojo. Todo ello, adornado del azul turquesa de las aguas de la zona.
Ya sólo por ver estos dos enclaves tanto turísticos como de singular valor natural, merece la pena que cojas el autobús a Lagos. Con nuestros precios y ofertas, Portugal nunca ha estado tan cerca.
