Dice el refrán que lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta, y es que si por algo es conocida Salamanca es por su gran ambiente universitario al albergar en su interior la universidad más antigua de España, creada en 1218 por Alfonso IX.
Y es precisamente ese ambiente de tradición universitaria lo que convierte a Salamanca en uno de los sitios con mejor ambiente de fiesta. Cada comienzo de curso miles de estudiantes toman la ciudad convirtiéndola en uno de los lugares favoritos para el ocio y la diversión de los universitarios de todo el país.
Y hablar de Salamanca y ambiente universitario es hablar sobre todo de una de las principales citas que tienen los universitarios en la ciudad del Tormes: La Nochevieja Universitaria
En 1999 un grupo de estudiantes se reunió en la Plaza Mayor para celebrar una particular Nochevieja adelantada en compañía de los amigos de la universidad antes de marcharse a sus respectivas localidades para celebrar la tradicional nochevieja en familia.
Nacía así una de las principales fiestas universitarias del España, que cada año concentra a miles de jóvenes en la Plaza de Salamanca y aledaños, junto con los bares, pubs y discotecas asociados al evento, que suelen organizar rutas por los establecimientos con bonos especiales.
En la pasada edición de 2012 más de 50.000 jóvenes se dieron cita en una abarrotada salamanca que a partir de las 8 de la tarde ya llenaban la plaza mayor que llegó a albergar a más de 30.000 jóvenes dispuestos a celebrar estas 12 campanadas adelantadas.
Este año el día elegido para sustituir las uvas en familia por las golosinas con amigos será el próximo 12 de diciembre, un día en el que de nuevo los universitarios se sumarán a la fiesta de este megacotillón adelantado que cada año suma más participantes, y que al igual que en la nochevieja tradicional, terminará a altas horas de la madrugada.
No te lo pienses más, compra ahora tu billete de autobús a Salamanca para la Nochevieja universitaria y olvidare de colas y esperas, tan solo te tendrás que preocupar de no atragantarte con las doce campanadas adelantadas.