Repartida entre Navarra y el País Vasco francés se encuentra la famosa Selva de Irati, un lugar mágico que alcanza su máximo esplendor en los meses de otoño, en los que el paso de la estación deja su huella en un sinfín de colores que se extienden a lo largo del paisaje, deleitando al visitante con un verdadero festival de naturaleza y belleza que embriaga los sentidos.
¿Una selva en España? En realidad se trata del hayedo-abetal más extenso de Europa por detrás de la Selva Negra de Alemania. 17.000 ha de naturaleza mucha en un estado casi virgen en las que se encuentran las reservas de Mendilatz Y Tristuibartea, así como la reserva integral de Lizardoia. Destacar el río Irati, el embalse y la ermita de Nuestra Señora de las Nieves (imprescindible la visita).
La cuenca montañosa en la que se sitúa, en pleno Pirineo Oriental navarro, y los valles de Aezkoa y Salazar, contribuyen a crear un marco inmejorable para la extensión de la Selva de Irati. La vegetación, el protagonismo de los hayedos y el agua, presente en forma de ríos, embalses, arroyos y torrentes, colorean uno de los grandes tesoros de nuestro país. En otoño, los tonos amarillos, naranjas, marrones y rojizos pueblan el paisaje para dejar que el visitante se maraville ante la majestuosidad de la naturaleza.
Sin embargo el visitante no es el único ser vivo de la selva, multitud de especies completan la flora y fauna del lugar, para darle un valor incalculable. Tilos, avellanos, olivos, sauces, helechos, líquenes, musgos…así como zorros, jabalíes, martas, truchas y corzos (estos últimos los reyes del entorno durante los meses de otoño), habitan en cada rincón del ecosistema. Si llevas los ojos bien abiertos podrás observar la biodiversidad característica. En cuanto a aves, al ser zona oficial de protección de estas especies, encontrarás de las más variopintas: pinzones, petirrojos, pito negro, dorsiblancos…
Existe una red de senderos perfectamente señalizados y cuidadosamente elaborados para que se pueda conocer de la forma más profunda posible el interior de la selva. Puedes realizar excursiones en bicicleta, raquetas de nieve, esquís, a pie e incluso en 4×4 en una excursión guiada.
Se recomienda Ochagavía para entrar a la Selva de Irati. La carretera de unos 24 km es ya un precedente de lo que vas a encontrar, así que, ten preparada la máquina de fotos. ¡Disfruta del mirador de Akemeria!
Por último contarte que dicen las leyendas que en noches tormentosas, las lamias (brujas) pasean el espíritu de Doña Juana de Labrit, reina hugonote que murió en Francia a causa de un envenenamiento, y que hace desaparecer a todo aquel que ve la terrorífica procesión. Pero tranquilo, Basajún, el amo y señor del bosque, podrá defenderte con su altura, su fuerza y agilidad, siempre y cuando no huyas de él.
¿Preparado para esta aventura en la selva? Desde Movelia la consideramos altamente recomendable.