Nuestras protagonista de hoy, es una de las plazas más importantes de nuestro país. Situada en La Coruña y concretamente en la ciudad de Santiago de Compostela. Seguramente ya hemos desvelado el misterio, la Plaza del Obradoiro, es uno de los lugares más visitados de nuestro país, más conocidos fuera de nuestras fronteras y hoy, vamos a echarle un vistazo.
La plaza se sitúa en el corazón de la ciudad. La zona vieja de Santiago de Compostela, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, rodea la plaza, convirtiendo su acceso en un paseo mágico a través del tiempo. La plaza es la que se encarga de recibir a los peregrinos, que cuando la pisan (o se tiran al suelo, directamente), saben que han cumplido su objetivo. En el centro, se encuentra el kilómetro 0 del que parten todos los caminos a Santiago.
La Plaza del Obradoiro está flanqueada por diferentes edificios que la aportan más valor aún, si cabe. Por una parte se encuentra la fachada barroca de la Catedral, el Museo a su derecha y el Palacio de Gelmírez a su izquierda. Al oeste encontramos el Palacio de Rajoy que acoge el Ayuntamiento y al norte encontramos el Hostal de Los Reyes Católicos, de estilo plateresco que daba cobijo a los peregrinos. Finalmente al sur, encontramos el colegio de San Jerónimo que en la actualidad alberga el Rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela.
Sin embargo si alguna de estas maravillosas construcciones se vuelve el objetivo de todas las miradas es la espectacular Catedral de Santiago de Compostela. Se trata de un templo de culto católico que según la tradición cuida el sepulcro de Santiago Apóstol, que fue decapitado en Jerusalén y posteriormente sus restos trasladados a Galicia en una barca de piedra. El descubrimiento del sepulcro del Apóstol fue motivo de la construcción así como de las peregrinaciones que se comenzaron a desarrollar desde que la noticia corrió como la pólvora por Europa y el mundo.
Uno de los principales atractivos de la Catedral de Santiago de Compostela es el botafumeiro, un inmenso incensario que recorre la Catedral mediante un sistema de poleas que lo elevan para que aromatice el interior. En un primer momento se utilizaba para perfumar el templo y evitar el mal olor que muchos peregrinos desprendían a causa del cansancio, el aseo, las enfermedades, el sudor… En la actualidad es seña de la ciudad y un momento solemne durante la celebración de la eucaristía.
Si aún no conoces la Plaza del Obradoiro, te la recomendamos 100%, al fin y al cabo tenemos en nuestro país uno de los lugares más importantes de peregrinación a nivel mundial. Si no te animas a hacer el famoso Camino de Santiago, siempre puedes coger el autobús, aprovechando nuestras ofertas para que la experiencia sea inolvidable y además económica.
Este otoño, en autobús a Santiago de Compostela.
